Las Mañanitas – Cuernavaca
0Mi esposa y yo estamos dedicados a descasar, pues ya estamos gozando de una merecida jubilación. Hacia mucho tiempo deseábamos visitar Las Mañanitas, ya que en este hotel pasaron la luna de miel mis padres. No es que estemos muy viejos, ambos trabajábamos en la fuerza aérea mexicana y allí el tiempo de jubilación es mucho menor.
Nuestra habitación era preciosa y estaba en un estado impecable, bien equipada; decorada como casa de campo, cómoda, grande y calurosa. Pero lo mejor de todo era el patio. El patio era absolutamente magnífico y es el hábitat de los pavos reales y otros pájaros exóticos. Es un lugar perfecto para tomarse un margarita o cualquier otro aperitivo y disfrutar del sol y del escenario.
Los jardines son preciosos y estaban bien conservados, también tenía un hermoso lago. El restaurante servia comida de gran calidad y de gourmet, el desayuno era genial y estaba incluido en el precio de la habitación. Me encanto el helado casero que ofrecían, solo lo comes allí porque era una receta del hotel. El personal era muy atento, amable, maravilloso, servicial y gentil. Entendían inglés.
Hay una parada de taxis justo fuera del hotel, esto facilitaba la movilidad para desplazarse a los demás sitios turísticos que deseabas visitar en la ciudad. El problema más ínfimo fue que la primera noche no podíamos cerrar la caja de caudales, lo arreglaron de inmediato y con sumo cuidado. Además para quienes gustan de dormir un poco más tarde les puede molestar el ruido de los pavos, son bastante ruidosos.