Marriott Riviera – La Porte de Mónaco
0La ubicación de este hotel era en un lugar extraño justo en las afueras de Mónaco. Esta estancia fue un regalo para nosotros; un obsequio de nuestros padres por haber alcanzado nuestra graduación, así que, satisfizo nuestras expectativas al máximo. Sí, no es en Mónaco actual, todo está a poca distancia andando y, aunque las caminatas pudiera parecer amplio, hay mucho que ver por el camino. El hotel tenía un autobús de enlace gratuito que te podía llevar a Mónaco. Salía cada hora o media hora dependiendo de la hora del día.
Las habitaciones eran cómodas y muy grandes, los baños hermosos e increíblemente amplios nada parecido a los estándares Europeos. Nos pasaron a una habitación con vistas al mar a nuestra llegada, que estaba disponible cosa que nos pareció de maravilla. Las instalaciones de la piscina eran de lo mejor. La vista era como ninguna otro. Verdaderamente increíble.
Lo único molesto fue la relación con el personal de la recepción parecía estar siempre mal humorado durante nuestra estancia de tres noches. Cuando nos volvíamos a preguntar algo, siempre nos sentíamos como si estuviéramos importunándole. Eran secos y poco amables en sus respuestas.
Un empleado se destaca por encima de los otros. Paúl, que trabajaba en el bar así como en el restaurante sirviendo las porciones en el patio. Era una persona súper sencilla, increíblemente atento, hizo muy buenas sugerencias y nos hizo sentir muy importante para el hotel. Paúl había vivido en Los Ángeles y tenían un gran sentido del humor. El Marriott tomo una excelente decisión al contratarlo.